El aeroplano que Hiram Maxim construyó y probó, corría sobre un raíl de unos 500 metros y cuando la sustentación de las alas lo mantenía en el aire las ruedas se despegaban del raíl, pero había colocado unas tablas de madera a pocos centímetros y otras ruedas que topaban con las tablas; de esta forma, el aparato volaba sujeto a unas tablas, a escasa altura. El invento pesaba, con tres tripulantes a bordo y unos 300 kilogramos de agua, algo menos de 4 toneladas. La superficie alar, dispuesta en varios planos, era de unos 400 metros cuadrados. El motor de vapor movía dos hélices que daban una tracción de unos 1000 kilogramos de empuje. Rodaba alrededor de 90 metros antes de levantarse del suelo y cuando alcanzaba las 40 millas por hora la sustentación, según Maxim, era de unos 5000 kilogramos fuerza. Para ascender y descender, el inventor había colocado dos planos octogonales, uno en el morro y otro en la cola. Este mecanismo lo pudo probar y funcionaba bien. Para gobernar el aparato lateralmente Maxim pensaba aplicar potencia de forma asimétrica en las hélices. Como el invento jamás salió de la vía por la que hizo los experimentos, Maxim no tuvo la oportunidad de constatar que aquél sistema no funcionaría. El inventor de la ametralladora hizo pruebas durante los años 1884 y 1885, en sus ensayos llevó a bordo muchos personajes ilustres, hasta que se quedó sin campo de vuelos, gastó una fortuna y comprendió que los problemas de control de la máquina no estaban resueltos; entonces, abandonó el proyecto.
Dic
31
2012