Ramón Franco el aviador

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Ramón Franco el aviador

Esta biografía de Ramón Franco es una magnífica oportunidad para conocer cómo se inició la aviación civil y militar en el mundo y en España, cómo resolvieron los aeronautas los problemas de navegación sin visibilidad, cómo las circunstancias convirtieron a un simple comandante en un héroe popular sin precedentes que terminó rebelándose contra el poder, y cómo el héroe se transformó en un político radical hasta consumirse y desconcertar al mundo entero. Es la historia de un hombre vitoreado, malquerido y despreciado, todo ello con el mismo apasionamiento, y abandonado a un prolongado olvido del que nadie se atrevería a rescatarlo.

La biografía de Ramón Franco entronca con los inicios de la aeronáutica en España y su estreno como arma de destrucción en la guerra de Marruecos. A Primo de Rivera, nada favorable a la presencia militar española en el norte de África, le hubiera gustado que el plan de guerra aérea urdido por el general Soriano hubiese bastado para amedrentar a los indígenas, pero el militar no disponía de suficientes efectivos para culminarlo con éxito y Primo de Rivera se vio obligado a organizar con Francia el desembarco de Alhucemas. Entonces, Ramón ya era un famoso piloto de hidroaviones de la Aviación Militar. Después de batirse cuerpo a cuerpo en las arenas del occidente marroquí, deslumbrado por los ases del aire de la Gran Guerra, decidió incorporarse a la recién nacida aviación. Participó en los bombardeos masivos ordenados por el general Soriano y muy pronto llegó a convertirse en el mejor piloto de hidroaviones del país.
Ramón diseñó un viaje a través del Atlántico Sur y logró que se lo autorizasen tras el desembarco de las tropas españolas en Alhucemas. En 1926 alcanzó una fama indescriptible en su vuelo de Palos a Buenos Aires. Aquel viaje hizo de él uno de los españoles más famosos y populares de todos los tiempos.

Su pasión por la aventura lo llevó a emprender un segundo viaje, alrededor del mundo; sin embargo, fracasó en el intento.

De su etapa como aviador famoso acabó enfrentado con el monarca Alfonso XIII y sus jefes aviadores, enzarzado en discusiones sobre la escasa utilidad de la protección a la industria aeronáutica española, la precariedad del material aeronáutico de la aviación militar y la poca fiabilidad de los servicios meteorológicos del Gobierno. Convencido de que el futuro del transporte aéreo transoceánico estaba en los hidroaviones de gran tamaño y no excesivamente ducho en la navegación astronómica, nunca supo reconocer sus errores.

Su enfrentamiento con el Gobierno lo llevó a luchar por la República Española, codearse con grupos de extrema izquierda y patrocinar uno de los golpes más audaces y desconcertantes a la monarquía: la toma del aeródromo de Cuatro Vientos, en diciembre de 1930, días después de la sublevación de Jaca. Se exiló en París y regresó para dirigir, por muy poco tiempo, la Aeronáutica Militar durante el primer Gobierno de Azaña. Su posicionamiento político se radicalizó y se vio obligado a abandonar el Ejército para ejercer como diputado en un sector extremista. Enfrentado al grupo republicano que organizó la política española tras la caída del régimen monárquico, de acuerdo con el famoso Pacto de San Sebastián, Ramón se asoció con Esquerra y los nacionalistas andaluces de Blas Infante, aunque finalmente se refugiaría políticamente en un pequeño núcleo de izquierda radical.

Desengañado, al perder en las elecciones catalanas a finales de 1932, Ramón se apartaría de la política para regresar al mundo de la aviación, fascinado por el vuelo a Cuba de su amigo Mariano Barberán. Cuando el presidente Alcalá Zamora decidió reemplazar el Gobierno y sustituyó a Azaña por Lerroux, Ramón consiguió reingresar en la aviación militar y que se le asignaran algunas misiones en México y Estados Unidos. A partir de ese momento, el aviador perdió el apoyo de la extrema izquierda a lo que habría que sumar las pocas simpatías que gozaba entre los republicanos y la mayoría de los políticos, así como la profunda antipatía que le profesaban los monárquicos. Ramón se convirtió en un personaje solitario y malquerido casi por todos.
La Guerra Civil española le sorprendió en Estados Unidos y se vio obligado a elegir entre los dos bandos, en un momento en el que vivía al margen de la política de su país. Regresó a España para combatir como aviador y en plena contienda falleció en un extraño accidente.

Al margen de su vida aventurera, Ramón se casó dos veces y reconoció como suya una hija de su segunda mujer. Hasta sobre su paternidad existen dudas razonables. Divorciado y vuelto a casar por las leyes de la II República, el ordenamiento jurídico de la Dictadura deslegitimó su segundo matrimonio, aunque su viuda seguiría cobrando la correspondiente pensión. Su primer matrimonio no estuvo exento de escándalos y en el segundo, el aviador encontró la paz que hasta entonces le había dado la espalda durante toda la vida.

Ramón Franco fue hermano del dictador que gobernó en España durante 40 años: Francisco Franco. Sus relaciones resultaron especialmente difíciles durante las etapas más revolucionarias del aviador. Los dos hermanos poseían temperamentos diametralmente opuestos y ambos alcanzaron muy pronto la fama: cuando Francisco era un militar acreditado por su historial africano, Ramón ya ostentaba la condición de ser uno de los españoles más populares de la historia.

El vínculo familiar entre Ramón y Francisco ha contribuido a que la figura del primero estuviera siempre sujeta a controversia y a que la vida del piloto se analizara, en muchas ocasiones, con la intención principal de criticar a su hermano. Su parentesco no ha favorecido que al aviador se le tratara con objetividad.

En esta biografía he procurado dejar los juicios para el lector, salvo en algunas cuestiones técnicas, y he tratado de reconstruir su vida con la mayor precisión que las fuentes me han permitido. Además de las biografías que se han escrito sobre Ramón, sus propios escritos y otros documentos, he investigado con mucho detalle las noticias de prensa que aparecieron sobre el aviador a lo largo de su vida. Esta labor de reconstrucción me ha llevado a descubrir errores en otras biografías, por ejemplo, cuando Ramón regresó de Buenos Aires hubo festejos en Sevilla que según algunos autores debían de finalizar con la presencia del aviador en Jerez de la Frontera donde le esperaba el dictador Primo de Rivera y Ramón lo dejó plantado al no presentarse en dicha ciudad y regresar directamente a Madrid. El plantón al mismísimo presidente del Gobierno sería un motivo de desencuentro entre ambos en el que algunos biógrafos insisten con demasía. La realidad es que ese día en Jerez no lo esperaba Primo de Rivera ya que el mandatario estaba en Madrid con una agenda bien definida (basta consultar las noticias publicadas en prensa). Esa misma labor de reconstrucción me ha llevado a concluir que el giro político de Ramón no se produce de un modo abrupto en 1936 sino gradual, a partir de finales de 1932, al perder las elecciones catalanas. Durante mucho tiempo, Azaña y sobre todo Miguel Maura, mantuvieron una actitud muy beligerante con Ramón y a pesar de su insistencia en regresar al servicio activo de aviación, sus peticiones cayeron en saco roto.

He escrito este libro porque pensé que nadie tendría nunca interés en ocuparse de la vida de Ramón Franco, a no ser para criticar a su hermano o sacar a relucir historias de su familia. Por eso, en casi todos los libros que sobre él se han escrito lo nombran tomando a su hermano como referente: el hermano maldito, el republicano, el hermano olvidado…Yo he preferido limitarme a considerarlo simplemente como Ramón Franco el aviador. Fue un traidor para las izquierdas y para las derechas, por lo que analizar su vida en clave política es absurdo ya que Ramón jamás fue un hombre de pensamiento, simplemente un aventurero, un individuo entregado a la acción.

Su experiencia profesional y personal, transita por unos vericuetos de gran interés ya que vivió en primera persona sucesos clave de la aviación y la historia española, se codeó con todos los grandes aviadores de su época y con los políticos durante unos años que resultarían cruciales para el futuro de su país. La corta vida de este gran aviador está llena de acontecimientos que hacen de esta biografía una aventura extraordinaria.

Ramón Franco el aviador

de Francisco Escarti Publicado en Aviadores

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