Kitty Hawk, Carolina del Norte, 17 diciembre de 1903.
A las diez y media todo estaba listo para volar y esta vez le tocaba a Orville. Los dos hermanos hablaron un rato y se dieron un apretón de manos como si se despidieran para siempre. Eran perfectamente conscientes del peligro que aquella aventura entrañaba.
Orville se tumbó decúbito prono en el ala inferior y tomó los mandos del aparato. Orville había instruido a John Daniels en el uso de una cámara fotográfica dispuesta para inmortalizar el momento del despegue del aeroplano. Se esperó a que Daniels ocupara su lugar a la derecha. Luego accionó los mandos para comprobar que funcionaban correctamente para después desengancharse del cabo que lo sujetaba moviendo una palanca hacia la izquierda. El aparato, montado sobre el carro con ruedas de bicicleta, empezó a deslizarse suavemente sobre el raíl ganando velocidad y cuando estaba en la cuarta sección del raíl perdió contacto con el suelo iniciando el ascenso. Durante la carrera Wilbur corrió junto a la punta del ala derecha manteniéndola a nivel con la mano.
Daniels hizo la foto a tiempo, poco después de que Orville alzara el vuelo. En la foto, el aparato aparece ligeramente alabeado hacia la izquierda, puede verse a Orville tumbado boca abajo sobre el ala inferior, a Wilbur corriendo, no muy deprisa, hacia el planeador, apoyando el peso sobre su pierna izquierda, con la gorra bien ceñida y la sombra del avión, en el borde del raíl, encima del carrito de despegue. En el momento del despegue el viento soplaba con unas 20 millas por hora de fuerza y la velocidad del aparato con respecto al suelo era alrededor de 7 millas por hora. La poca velocidad de la máquina favoreció el que la fotografía saliera tan nítida, teniendo en cuenta la escasa sensibilidad de las placas fotográficas de la época.